abril 14, 2005

En el dulce regazo de las corporaciones


Esta mañana me levanté y fui hasta el ordenador. Lo había dejado encendido para que Alejandro bajara algunas cosillas (todo ©) vía P2P desde Buenos Aires. Para mi sorpresa, el sistema se había reiniciado. Me conecto con mi usuario y uno de esos globitos de cartoon que usa Windows XP para dar partes al usuario me cuenta que el sistema tuvo que descargar un parche de seguridad muy importante y no le fue posible esperar a que yo diera mi aprobación para instalarlo ni para hacer reboot. Flipo, como dicen en Madrid. Navego por el sitio de Microsoft en busca de explicaciones. No encuentro nada.

Por la tarde, en el trabajo, intento revisar mi cuenta de Gmail. Google tiene sus servidores de correo caídos y me lo informa con una displicencia alarmante: "Cross your fingers and try again in a few minutes". Me pregunto si mantendrán el sentido del humor si un día pierden la información que guardo en los 2 GB de datos que ofrecen. Y pensar que hay gente que se preocupa porque ponen banners en los mensajes. Cross your fingers.